Especialistas recomiendan una dieta rica en cereales, peras, manzanas, guayabas y pescados, además de tomar mucha agua

Si bien no existe una dieta mágica que proteja a los bebedores frecuentes del inminente deterioro que causa el alcohol en el organismo, sí hay ciertos hábitos alimenticios que pueden ayudar a compensar la pérdida de nutrimentos que dejan de ser absorbidos debido a la ingesta de esta sustancia.

Médicos especialistas en el tratamiento de adicciones, como Gady Zabicky y Hugo González Cantú, así como las nutriólogas Gabriela Pérez Negrete y Tania Prats Vidal, coinciden en que los aficionados al trago deben seguir las reglas generales del buen comer: muchas frutas, verduras, cereales y agua; pocas grasas y escasos alimentos de origen animal.

Antes de ofrecer alternativas útiles para los bebedores frecuentes, los expertos advierten que la moderación en el consumo de bebidas alcohólicas será siempre el mejor consejo que puedan brindar a los que toman mucho.

Los especialistas señalan que es recomendable que los bebedores sigan una dieta rica en cereales, manzanas, peras, pescados, almendras, guayabas, tomates y rábanos. También advierten que es mejor curarse la cruda con unas enfrijoladas con lechugas que con chilaquiles o caldos picosos.

Lo que sin duda ayuda

Como únicos poseedores en el reino animal de una enzima que degrada el alcohol, el ser humano no puede abandonar el procedimiento casi riguroso de comer alimentos previo, durante y posterior al consumo de alcohol, pues esto ayuda a que la absorción de ese líquido, principalmente a través del estómago y parte del intestino, sea un poco más lenta.

José Méndez, director de la Fundación CoResponsables, organización que impulsa un consumo moderado del alcohol, agrega que el tomar agua en estos tres diferentes tiempos es otro de los requisitos pues, explica, el alcohol es un diurético, por lo que mantenerse hidratado es importante.

Bebidas como el Gatorade o los típicos sueros caseros a base de agua mineral sal y limón funcionan, no obstante, asegura el especialista, con agua simple el cuerpo se restablece.

Asimismo, el beber un vaso de agua entre cada trago sería lo más conveniente para evitar que los efectos del alcohol lleguen antes de lo previsto. Sin embargo, los especialistas médicos reconocen que muy pocos individuos optan por esta recomendación.

Pero existen otras personas que si empiezan a cuidar su alimentación, pues además el alcohol con un alto contenido de calorías puede subir en la sangre los niveles de triglicéridos, que son el principal tipo de grasa transportado por el organismo para dar energía o para ser almacenado como misma grasa.

La nutrióloga Tania Prats Vidal señala que evitar alimentos con grasas saturadas (carne roja, productos lácteos y otros alimentos de origen animal que pueden originar problemas cardiovasculares), elevar el consumo fibras, (pan integral, cereales como avena, salvado, manzanas, peras) y en su caso aumentar las grasas de origen vegetal que contengan Omega 3 (pescado, almendras, nueces), puede regular el nivel de triglicéridos en la sangre.

El papel de las vitaminas

La perdida de vitaminas (C y A), minerales y ácidos grasos esenciales es frecuente que se presente en los bebedores frecuentes, por lo que una manera de compensar al hígado, principal órgano que regula la actividad metabólica del organismo, por la falta de este tipo de nutrientes, es con alimentos antioxidantes capaces de protegerlo.

La guayaba, tomate, naranja, kiwi, piña, pimientos, fresas, melón, coles y espinacas son algunas frutas y verduras que contienen vitamina C; así como la zanahoria, la calabaza, las coles de Bruselas, el plátano y la manzana, ricas en vitamina A, no pueden ser omitidas de la dieta de los bebedores, señala la nutrióloga Gabriela Pérez Negrete.

Las especialistas recuerdan que el alcohol disminuye la absorción de ciertos nutrientes, entre ellos algunos miembros del complejo de la vitamina B.

Por ello, recomiendan la ingesta de Complejo B, pues esto favorece al organismo para un correcto apetito, para el adecuado funcionamiento y mantenimiento del sistema nervioso, en el metabolismo de las proteínas y las grasas, en la formación de glóbulos rojos, para el aprovechamiento y absorción de varios nutrientes, así como el mantenimiento de aquellos órganos que participan en la digestión.

El complejo B puede encontrarse en comprimidos (Bedoyecta) o en cereales integrales como el arroz el trigo y la avena; en verduras como espinacas, rábanos, col, coliflor, espárragos, berenjena; leguminosas como soya, habas, frijoles y lentejas y en frutos secos como almendras y avellanas.

La medida

Gady Zabicky Sirot, quien fungiera como coordinador del Programa de Investigaciones Relacionadas con Sustancias del Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr. Ramón de la Fuente”, explica que una persona debería de consumir un trago por hora, ya que el organismo alcanza a metabolizar hasta 90% de la sustancia en ese lapso.

Esto siempre y cuando sean bebidas estándar como un caballito de tequila, una cerveza de 350 mililitros y hasta una jícara de pulque de 500 mililitros, los que contienen 12 grados de alcohol puro.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los adultos sanos pueden consumir dos tragos hasta por cinco días durante una semana sin que ello represente un exceso.

El consumo de alcohol en nuestro país, que dista mucho del Mediterráneo, donde pueden comer y cenar diariamente con vino por ejemplo, se focaliza durante los fines de semana, por lo que se recomienda que las mujeres no pasen de tres copas y los hombres no más de cuatro por ocasión.

Por obvias razones, rebasar estos parámetros sugeridos implica un mayor riesgo para la salud.

Los “remedios”

“No te bañes, no tomes agua, no comas fruta y nunca sandía”, son las extrañas recomendaciones que rodean al consumo del alcohol y sus efectos en el bebedor, las cuales, así como muchas otras, no tienen un sustento científico, señala Hugo González Cantú, psiquiatra adscrito de la Clínica de Trastornos Adictivos del Instituto Nacional de Psiquiatría “Dr. Ramón de la Fuente”.

Mucho menos tomarse durante la cruda uno de esos brebajes llamado “polla”, pues el contenido alcohólico del jerez lo único que provocaría es poner a trabajar a marchas forzadas al hígado, para procesar una vez más el alcohol, explica.

Asimismo, las especialistas en nutrición señalan que el huevo crudo que se agrega a esta bebida, además de aumentar los niveles de colesterol, no tiene activa la proteína que el cuerpo debe absorber, ello por no estar cocido.

Y como el consumo de alcohol irrita el estómago y puede provocar gastritis, no es recomendable comer caldos picosos como la pancita, la birria y el consomé, tampoco los chilaquiles.

Se presume, pues no hay estudios científicos al respecto, que el efecto de satisfacción que causa en las personas la ingesta de este tipo de alimentos es provocado por la capsaicina, sustancia contenida en todas las variedades de chile mexicano, que se cree es potente liberador de endorfinas, hormonas responsables de las sensaciones de satisfacción en el cuerpo humano, de combatir el malestar y disminuir las sensaciones de dolor.

Para no irritar

Por otra parte, comer lácteos podría ayudar a reducir en algunos casos la sensación de acidez, pero no es pertinente ante los trastornos gástricos. Tampoco los platillos abundantes en grasas, como la barbacoa, pueden ayudar a mantener en equilibrio el organismo, señalan.

“Lo más recomendable sería sustituir esa barbacoa por unas enfrijoladas con lechuga, cebolla, o en vez de la pancita o birria un sandwich de queso panela con germinado jugo y fruta”, indica Pérez Negrete.

Sin duda, dice, el ejercicio, la realización de una química sanguínea cada seis meses para monitorear el efecto que el alcohol ha tenido en el organismo y actuar con prontitud ante posibles deterioros, es indispensable.

Los especialistas en salud dejan claro que cada uno de los hábitos seguidos en el consumo de alcohol o ingesta de determinados alimentos puede tener resultados diferentes en las personas debido a la singularidad de cada organismo, no obstante indican, con un énfasis en la responsabilidad personal, que “la dosis hace el veneno”.

Via: eluniversal.com.mx



Los bebés que reciben leche materna en sus primeros meses generalmente tienen mejores notas que los que se alimentan con biberón, según aseguró un estudio publicado por la revista “Journal of Human Capital”.

Su mejor rendimiento escolar básico también se traduce en mayores posibilidades de buenas calificaciones en los estudios secundarios y en la universidad, dijeron los especialistas.

La investigación, realizada por profesores de la Universidad Americana y de la Universidad de Colorado, analizó el rendimiento de 126 niños que fueron amamantados con un número similar alimentado solo con biberón.

Los datos determinaron que por un mes de lactancia esos niños registraron un mejor rendimiento medio en la escuela secundaria. Por otra parte, las probabilidades de lograr el ingreso a la universidad también aumentaron.

“Los resultados sugieren que los beneficios intelectuales y de salud (de la lactancia) pueden tener como resultado beneficios educacionales a largo plazo para los niños”, enfatizó uno de los autores.



Los aneurismas aórticos surgen por enfermedades o condiciones como la arterioesclerosis, infecciones, trauma por un accidente automovilístico y hasta por el estrés emocional que aumenta la presión arterial o la dilatación de las paredes de la aorta.

Usualmente no presentan síntomas, pero hay pacientes en los que se manifiesta con dolor de pecho, de espalda o falta de aire; y en casos raros, alteración en el tono de la voz, debido a que el abultamiento de esta arteria comprime un nervio de las cuerdas vocales.

El médico Gonzalo Carrizo, cirujano cardiaco y vascular, afiliado al Kendall Regional Medical Center, en Miami, explica que si el aneurisma es menor de cinco centímetros y no presenta síntomas, no es necesario intervenir quirúrgicamente. Pero si tiene un crecimiento muy acelerado se recomienda operarlo, pues de llegar a romperse este “globo” de sangre, las consecuencias pueden ser, incluso, fatales.

Opciones de tratamiento

Se puede tratar la cirugía abierta o cateterismo con stents, un procedimiento bastante invasivo, porque incluye abrir el tórax y, en muchas oportunidades, utilizar una máquina de circulación extracorpórea.

Los aneurismas que se presentan en la aorta descendente (en el tórax y el abdomen) se pueden tratar de manera mínima invasiva, implantando un stent por medio de un catéter, que se introduce por una pequeña incisión de tres a cuatro centímetros en la ingle y se lleva por dentro de la arteria femoral hasta la aorta, en la cual se deja permanentemente. En este caso no se remplaza la arteria, simplemente se introduce en ella el stent y se deja allí.

Estas mallitas son de un material metálico recubierto de un polietileno especial que no hace ningún daño al cuerpo. Estas mallitas no presentan los problemas que pueden ocurrir cuando se implantan en las arterias coronarias del corazón. La razón es que la aorta es mucho más ancha que las coronarias, así que la sangre fluye por su interior con más amplitud.



Una dieta equilibrada supone un beneficio para la fertilidad masculina. Comer pocas frutas y verduras se asocia con una baja capacidad reproductora del semen, según los resultados de un estudio que publica el último número de la revista Fertility and Sterility, en el que han participado investigadores de la Universidad de Murcia, la Universidad Miguel Hernández, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y el Instituto Bernabeu de Alicante. Según la investigación, el consumo de estos alimentos, ricos en antioxidantes, retarda o previene la oxidación de otras moléculas.

El equipo español lleva cuatro años analizando la asociación entre hábitos dietéticos y ocupacionales y la calidad del semen en varones que acuden a clínicas de fertilidad en España. El estudio se ha realizado con 61 hombres que acudieron a alguna de estas clínicas con su pareja, 30 de ellos con problemas reproductivos. Los investigadores pudieron ver que los individuos sin problemas, es decir, con una buena calidad seminal, consumían más verduras y frutas y, por tanto, más vitaminas, ácido fólico y fibra y menos proteínas y grasas.

Cítricos y pimientos

En definitiva, comer alimentos como los cítricos, los pimientos o las espinacas baja el nivel de estrés oxidativo que interviene en la calidad seminal. En quienes toman más vegetales y frutas se registran valores superiores en parámetros determinantes a la hora de valorar la calidad seminal: la concentración, la movilidad y la morfología de los espermatozoides.

El pasado mes de marzo el mismo equipo publicó los resultados de otra investigación en la que mostraban que los hombres que comían mucha carne y lácteos grasos tenían una menor calidad seminal que aquellos que consumían más frutas, verduras y lácteos desnatados. Las grasas acumulan tóxicos y contaminantes que podrían estar detrás de esta disminución de la calidad seminal.

Cada vez hay más estudios que indican que la fecundidad masculina ha disminuido durante las últimas décadas. Muchos apuntan a que la exposición a tóxicos y contaminantes a través de la dieta u otros factores ambientales puede comprometer la capacidad reproductiva del varón incluso antes de nacer si su madre vivió durante su embarazo en un entorno contaminado.

elpaís.com



El documental 'Super Size Me' (2004), de Morgan Spurlock, ya había dejado claro que demasiadas hamburguesas con patatas fritas y otras frituras rápidas son perjudiciales para la salud y engordan. Mucho. Ahora, un estudio de la Universidad de Vanderbilt (Tennessee, Estados Unidos) asegura que, además, enturbian la mente.

El informe pone sobre la mesa la relación que existe entre una mala dieta y el rendimiento escolar a partir de las pruebas de lectura y matemáticas realizadas con 5.500 alumnos de 10 y 11 años de diferente condición social, raza y peso corporal que consumen habitualmente comida rápida.

Según la doctora Kerri Tobin, responsable del estudio, más de la mitad de los chicos y chicas entrevistados confesó pasar por restaurantes de comida rápida de una a tres veces por semana. El 10% los visitaba de cuatro o seis veces por semana, y el 2% admitía alimentarse diariamente de esta forma.

Curiosamente, en los tests realizados, las calificaciones de los que se zampaban más hamburguesas de lo recomendable estaban hasta 12 puntos por debajo de la media. Tanto en lectura como en matemáticas.

"Es posible que el tipo de comida que se sirve en este tipo de restaurantes cause dificultades cognitivas que hagan que baje el rendimiento escolar", avanzaba Tobin. "Aunque también es posible que la relación sea a la inversa, que los bajos resultados escolares empujen a los alumnos a ingerir comida rápida", añadía.

La investigadora admitía además que hay otros factores que influyen en el resultado de las pruebas como el interés de los padres por la progresión académica de sus hijos.

Aún así, lo que tiene claro es que sería beneficioso "invertir en planes de nutrición en las escuelas para que tanto padres como alumnos sean conscientes de las consecuencias académicas de sus elecciones alimenticias".

Mientras, una portavoz de McDonald"s salía al paso de las críticas del estudio asegurando que la variedad de los menús que ofrecen permiten incluirlos en una dieta sana y equilibrada. Además, según la misma portavoz, la mayoría de los clientes sólo les visitan de dos a tres veces al mes.

Una frecuencia que no parece casar con sus cifras. En el primer trimestre de este año, la compañía ha aumentado sus ventas un 4,7% en Estados Unidos y un 3,2% en Europa.


¿Qué es la gripe porcina?

La gripe porcina (gripe porcina) es una enfermedad respiratoria de los cerdos causada por el virus de la gripe tipo A, el cual provoca brotes comunes de gripe entre estos animales.

Los virus de la gripe porcina enferman gravemente a los cerdos pero las tasas de mortalidad son bajas. Estos virus pueden propagarse entre los cerdos durante todo el año, pero la mayoría de los brotes infecciosos ocurren en los meses finales del otoño e invierno, al igual que los brotes en las personas.

¿Cuántos virus de la gripe porcina hay?

Al igual que todos los virus de la gripe, los virus de la gripe porcina cambian de manera constante. Los cerdos pueden estar infectados por los virus de la gripe aviar y humana, así como también por los virus de la gripe porcina.

Cuando los virus de la gripe de otras especies infectan a los cerdos, los virus pueden reagruparse (es decir cambiar sus genes) y pueden surgir nuevos virus de la mezcla de los virus de la gripe porcina con los de la gripe humana o aviar.

A través de los años, han surgido diferentes variaciones de los virus de la gripe porcina. En la actualidad, hay cuatro subtipos principales del virus de la gripe tipo A aislados de cerdos: H1N1, H1N2, H3N2 y H3N1. Sin embargo, la mayoría de los virus de la gripe aislados recientemente de cerdos han sido los virus H1N1.

En el caso del actual brote, la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que al menos algunos de los casos corresponden a una cepa nunca antes vista del virus H1N1 de la gripe A.

Aunque es llamada gripe porcina, esta nueva cepa no infecta y nunca ha sido vista en cerdos. La amenaza es la transmisión de persona a persona.

¿Cuáles son los síntomas de la gripe porcina en los seres humanos?

Los síntomas de la gripe porcina en las personas son similares a los de la gripe común en seres humanos y entre estos se incluyen fiebre, letargo, falta de apetito y tos.

Algunas personas con gripe porcina han reportado también secreciones nasales, dolor de garganta, náuseas, vómitos y diarrea.

¿Las personas pueden contraer gripe porcina por comer carne de cerdo?

No. Los virus de la gripe porcina no se transmiten por los alimentos. Usted no puede contraer gripe porcina por comer carne de cerdo o sus productos derivados.

No hay riesgos si se come carne de cerdo y sus derivados que han sido manipulados y cocinados de manera adecuada. Si se cocina la carne de cerdo a una temperatura interna de aproximadamente 71° C (160° F), se eliminan los virus de la gripe porcina, como también otras bacterias y virus.

¿Cómo se propaga la gripe porcina?

Los virus de la gripe se pueden transmitir directamente de los cerdos a las personas y de las personas a los cerdos.

Las infecciones en seres humanos por los virus de la gripe provenientes de los cerdos tienen más probabilidad de ocurrir en las personas que están en contacto cercano con cerdos infectados, como las que trabajan en criaderos de cerdos y las que participan en las casetas de cerdos en las ferias de exhibiciones de animales de cría.

La transmisión de la gripe porcina de persona a persona también ocurre. Se cree que esta transmisión es igual a la de la gripe estacional en las personas, es decir principalmente de persona a persona cuando las personas infectadas por el virus de la gripe tosen o estornudan.

Las personas pueden infectarse al tocar algo que tenga el virus de la gripe y luego llevarse las manos a la boca o la nariz.

¿Por qué es más graves en personas jóvenes y sanas?

Porque se trata de una cepa nueva del virus, que no es reconocido por el organismo, que entonces "no sabe" cómo defenderse. Entonces, recurre a una respuesta inflamatoria masiva que es la principal causa de las complicaciones respiratorias graves. Como la respuesta de defensa es mayor en las personas jóvenes y sanas, son también ellos quienes las peores complicaciones.

¿Cómo se diagnostican las infecciones por gripe porcina en seres humanos?

Para diagnosticar una infección por gripe porcina tipo A, por lo general se debe recoger una muestra de secreción del aparato respiratorio entre los primeros 4 a 5 días de aparecida la enfermedad (cuando una persona infectada tiene más probabilidad de diseminar el virus).

Sin embargo, algunas personas, especialmente los niños, pueden propagar el virus durante 10 días o más. Para la identificación del virus de la gripe porcina tipo A es necesario enviar la muestra a los CDC para que se realicen pruebas de laboratorios.

¿Qué medicamentos existen para tratar a las personas con infecciones por gripe porcina?

Ante la sospecha de gripe porcina, se debe:

1.- No automedicarse y evitar el uso de aspirinas o medicamentos similares que contengan ácido acetilsalicílico. Controle la fiebre con medios físicos (compresas húmedas, por ejemplo) o con paracetamol.

2.- Acudir a su Unidad de Salud más cercana o consulte a su médico especialmente niños y ancianos con fiebre alta, debilidad generalizada, dificultad al respirar, tos seca persistente y dolores musculares.

Existen cuatro medicamentos antivirales diferentes para el tratamiento de la gripe: amantadina, rimantadina, oseltamivir y zanamivir.

Aunque la mayoría de los virus de la gripe porcina han sido sensibles a los cuatro tipos de medicamentos, los siete virus más recientes de la gripe porcina aislados de personas son resistentes a la amantadina y la rimantadina.

En la actualidad, se recomienda el uso de oseltamivir o zanamivir para la prevención y el tratamiento de la infección por los virus de la influenza porcina.

El oseltamivir se administra por vía oral y es por lo tanto más práctico (sobre todo en niños) que el zanamivir, que se aplica por vía nasal, pero es posible que termine siendo mejor el zanamivir, ya que se han detectado casos de de resistencia al oseltamivir en la influenza común.

El tratamiento puede ser profiláctico (para personas que hayan estado en contacto con presuntos enfermos) o curativo, y en este último caso debe ser iniciado dentro de las 48 hs. de iniciados los síntomas, ya que luego la efectividad disminuye mucho.

¿El virus de la gripe porcina H1N1 es igual a los virus H1N1 de la gripe en seres humanos?

No. Los virus de la gripe porcina H1N1 son antigénicamente muy diferentes de los virus H1N1 de los seres humanos, por consiguiente las vacunas de la gripe estacional para las personas no proporcionan protección contra los virus de la gripe porcina H1N1.

¿Hay alguna vacuna para la gripe porcina?

Existen vacunas que se administran a los cerdos para la prevención de la gripe porcina. Sin embargo, no hay una vacuna para proteger a las personas contra la gripe porcina.

Es posible que la vacuna contra la gripe estacional proporcione protección parcial contra los virus H3N2, pero no contra los virus H1N1 de la gripe porcina.

¿Y cómo se puede prevenir la gripe porcina?

Se deben tomar las siguientes medidas:

1.- Lavarse las manos con frecuencia en especial después de tener contacto con personas enfermas o que se sospecha pueden estar enfermas. Los dispensers de gel con alcohol que se usan en los hospitales (y actualmente también en los cruceros) son muy efectivos para controlar la transmisión del virus

2.- Evitar exposición a contaminantes ambientales y no fumar en lugares cerrados y cerca de niños, ancianos y personas enfermas.

3.- Evitar lugares de alta concentración poblacional cines, teatros, bares, autobuses, metro, etc.

4.- Cubrir nariz y boca con pañuelos desechables al toser o estornudar y lavarse las manos para proteger a las demás personas. También deben mantenerse los ojos fuera del contacto con las secreciones respiratorias de potenciales enfermos (tos o estornudos, por ejemplo).

5.- Utilizar cubrebocas, tirar el pañuelo desechable en una bolsa de plástico y estornudar sobre el ángulo interno del codo.

6.- No saludar de forma directa (de beso o mano) para no contagiar a otras personas.

7.- Los niños enfermos deben evitar contacto con ancianos o personas con enfermedades crónicas.

8.- Lavar los utensilios de las personas enfermas después de comer con agua caliente y jabón.

9.- Los barbijos comunes tienen utilidad limitada debido al minúsculo tamaño de los virus y de las microgotas que los transportan, y deben preferirse los llamados "de ultrafiltración".

Fuente: Center for Disease Control (USA)


Los kilos de más se asocian con un aumento considerable del riesgo de muerte, según indica una investigación.

La reciente investigación, publicada en las páginas de la revista 'The Lancet', demuestra que los kilos de más incrementan de forma más que considerable el riesgo de muerte.

Los autores de este trabajo, dirigidos por Richard Peto y Gary Whitlock, de la Universidad de Oxford (Reino Unido) decidieron poner en marcha su estudio al comprobar el alarmante aumento de las tasas de obesidad y sobrepeso documentadas en todo el mundo en los últimos años.

Para ello, utilizaron los registros de 57 investigaciones prospectivas realizadas principalmente en Norte América y Europa que aportaban información sobre un total de 894.576 personas.

Entre todos los parámetros disponibles, los investigadores prestaron especial atención al índice de masa corporal (IMC) de cada paciente, un indicador que se obtiene al dividir el peso por la talla al cuadrado y sirve para calcular el sobrepeso. (Se considera que un IMC superior a 25 indica exceso de peso y que, por encima de 30 existe obesidad).

Después, comprobaron cómo había sido su evolución al menos en los cinco años siguientes a esta medición. Durante ese tiempo, 15.996 participantes fallecieron.

Los resultados de su trabajo pusieron de manifiesto que las personas cuyo índice de masa corporal oscilaba entre 22,5 y 25 presentaban las tasas de mortalidad más bajas de la muestra.

Además, los investigadores comprobaron que, por encima de ese rango, cada aumento de cinco puntos en el índice de masa corporal se asociaba con un incremento del 30% en el riesgo de muerte por cualquier causa, si bien las enfermedades vasculares eran muy comunes en el registro.

"Evitando subir de un índice de masa corporal de 28 a uno de 32, una persona a principios de la mediana edad estaría ganando dos años de esperanza de vida", señalan en su trabajo los investigadores, quienes remarcan que los beneficios serían aún mayores si uno se mantiene dentro de un peso considerado normal.

En sus conclusiones, los investigadores también señalan que los efectos perjudiciales de una obesidad severa son similares a los producidos por el tabaquismo.